Horacio Estrada,
Representante legal
Asociación de Desarrollo Verde de Guatemala (ASOVERDE)
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En Guatemala, las organizaciones comunitarias que prestan servicios de agua potable, están ubicadas principalmente en las área rurales del país, aunque recientemente también se han conformado organizaciones en áreas urbanas, ya que las carencia de atención por parte de la Municipalidades a quienes por ley les corresponde, asegurar el acceso al agua potable a la población. Es precisamente en las áreas rurales donde se enfrenta desde hace mucho tiempo, serios problemas de abastecimiento del vital líquido a las poblaciones, debido a esto, la situación actual del COVID-19, agudiza estos problemas que son multicausales, pero caracterizados por la debilidad institucional, la invisibilización que se ve reflejada en la nula asignación presupuestaria al fortalecimiento de los prestadores del servicio, a la falta del reconocimiento y de un marco regulatorio que permita una gestión expedita de las organizaciones en el ejercicio de la prestación de lo servicios.
COVID-19 solo expone las grandes carencias que se tienen en este sector, que en este momento, además enfrenta la época más difícil en cuanto a disponibilidad del agua ya que, por razones climáticas en Guatemala, estamos en la época más seca del año. Los efectos de las restricciones han generado aún más resistencia de los usuarios al pago por la prestación del servicio, que ya era una de las limitaciones más grandes y que se agudiza debido que efectivamente los usuarios ven reducidos y en algunos casos anulados sus ingresos. Esta problemática impacta más fuertemente a aquellos servicios que dependen de la extracción de agua sub-terranea o bien que cuentan con sistemas eléctricos en cualquiera de sus componentes, ya sea para la extracción, distribución o tratamiento. Sin embargo aún los sistemas que no dependen de la electricidad se ven afectados ya que con la reducción de ingresos son incapaces de costear los insumos para el tratamiento de purificación del agua, costos operativos y administrativos.
Las restricciones y el confinamiento a las familias ha traído también un incremento en los volúmenes de agua que se consumen en los hogares, debido a la permanencia de la familias en el hogar y a la frecuencia en el uso para las recomendaciones de lavado de manos y limpieza de superficies, lo que viene a agravar el problema de la poca disponibilidad del vital líquido.
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Gracias estimado Horacio por la información. Las organizaciones comunitarias de agua y saneamiento en Guatemala, cómo están organizadas? Necesitan algun permiso de funcionamiento?